Taxonomía de los escombros

Valentina Utz, Chile.

Galería Gabriela Mistral, Santiago de Chile, Chile – 2019
Fotos: Francisca Limardo, cortesía de la artista.

La exposición reflexiona sobre tres barrios, tres hitos urbanos víctimas de la segregación y la especulación inmobiliaria. 
La instalación está compuesta de escombros y elementos provenientes de la demolición de viviendas de blocks sociales pertenecientes a la zona de Bajos de Mena, en Puente Alto. La artista visual recolectó restos de viviendas demolidas y los trasladó a la galería. Los escombros están dispuestos unos sobre otros, intentando volver a construir con ellos formas verticales. “Desde Bajos de Mena, los fragmentos dinamitados de un conjunto de viviendas sociales han experimentado un largo viaje hasta esta sala de exhibición. Son los restos demolidos de las tristemente célebres casas Copeva, cuyo anegamiento a fines de los noventa las transformó en símbolo inequívoco de la política urbana segregada que el Chile postdictatorial sólo habría de profundizar”, señala la antropóloga Carla Pinochet Cobos, quien escribió el texto de la muestra. 

En otra sala se exhibe un video que muestra las poblaciones La Aurora de Chile en Concepción y los restos de las casas expropiadas antes de la construcción del puente Chacabuco. El video muestra la acción de ordenar los escombros en horizontal, marcando el terreno ya baldío, frente a la masiva construcción del Teatro Regional del Bíobío. 

Texto de Carla Pinochet Cobos:

La transformación acelerada de la ciudad no se escribe sobre un territorio en blanco. Para que emerjan sus formas contemporáneas, hay estructuras materiales y simbólicas que deben venirse abajo. Hay modos de habitar el espacio que serán demolidos, desplazados, cancelados. 

Mediante estrategias diversas, Valentina Utz se detiene en estas escenas de derrumbe, resguardando de modo provisorio un conjunto de imágenes urbanas amenazadas por el avance intransigente de la ciudad neoliberal. Allí donde se disuelve el barrio y sus moradores emprenden un éxodo forzoso hacia la periferia, la pesada impronta de los escombros de aquellas edificaciones se convierte en una última forma de resistencia frente a la expulsión y el desalojo. 

«Taxonomía de los escombros» suspende la mirada en tres hitos urbanos en los que el habitar popular retrocede frente a la presión de las agendas políticas y los capitales inmobiliarios. En la Villa San Luis de Las Condes, icónico proyecto de vivienda social del gobierno de Salvador Allende, una videoperformance reconstituye la trayectoria invisible que conecta el paisaje publicitario del mall con las estructuras devastadas del último lote. En la ciega fatalidad de un camino hecho en reversa, resuena la promesa trunca de la ciudad socialista que no terminó de materializarse. 

En la Aurora de Chile, Concepción, la artista reorganiza los residuos de las viviendas desplazadas por la construcción del Puente Chacabuco. Mientras en segundo plano se erige, monumental, un teatro que se empeña en refundar la relación de la ciudad con el río, los desechos y brozas de la población arrasada recomponen fugazmente las estrategias constructivas de un mundo popular que ya no tiene lugar en su territorio histórico. 

Desde Bajos de Mena, Puente Alto, los fragmentos dinamitados de un conjunto de viviendas sociales han experimentado un largo viaje hasta esta sala de exhibición. Son los restos demolidos de las tristemente célebres casas Copeva, cuyo anegamiento a fines de los noventa las transformó en símbolo inequívoco de la política urbana segregada que el Chile postdictatorial sólo habría de profundizar. 

Desde las ruinas más obstinadas, Valentina Utz ensaya modos alternativos de organizar la ciudad: a partir de trayectos, invocaciones y remontajes, los escombros desclasificados de la vivienda popular parecen desafíar con su tosca materialidad las estéticas asépticas de la nueva infraestructura urbana.