ARCOmadrid 2020 / Opening.

Cobertura especial.

Una llamativa alfombra color azul eléctrico atravieza la feria y marca el recorrido para visitar los 21 espacios de Opening, la sección vibrante de ARCOmadrid en donde se puede explorar el panorama menos especulativo y más fresco del mercado.

En esta edición, la sección cumple diez años de existencia y está curada por Tiago de Abreu Pinto y Övul Ö. Durmusuglu. Aquí se exponen propuestas de espacios jóvenes de no más de siete años de antigüedad y de diferentes partes del mundo, entre los que encontramos las siguientes galerías latinoamercianas: PASTO (Argentina), SÉ (Brasil), CRISIS (Perú), EMBAJADA (Puerto Rico), PIEDRAS (Argentina), SUPERFICIE (Brasil).

El crecimiento del nuevo y pujante galerismo de Latinoamérica está sostenido por una constancia en participaciones en importantes ferias internacionales y en dinamizar desde perspectivas más autónomas y actualizadas el arte contemporáneo de la región.

Dentro de los espacios seleccionados, destacamos la participación de la galería peruana CRISIS la cual presenta, en su segundo año consecutivo en ARCOmadrid, un dúo show de Adriana Ciudad y Sarah Zapata. Las pinturas de Adriana Ciudad utilizan el afecto como punto de partida, para explorar temáticas como el duelo, el parto, el colonialismo y los saberes ancestrales marginados por el paradigma occidental. Las pinturas que se muestran forman parte del proyecto ¨Alabaos¨, que nace durante su residencia en Lugar a Dudas (Cali, Colombia) en el 2017. ¨Alabaos¨ es un proyecto artístico interdisciplinario que busca reflexionar sobre el misterio de la muerte en relación con el posconflicto colombiano, valorando el poder reparador de los rituales de duelo de las Cantoras afrocolombianas de Timbiquí, Cauca que interpretan los Alabaos. Declarado Patrimonio Inmaterial de la Nación desde 2014, los Alabaos son cantos fúnebres que se realizan cuando alguien fallece en las comunidades afrodescendientes del Pacífico colombiano. En el transcurso de los rituales de velación y entierro, los Alabaos solidarizan y congregan a la comunidad en torno a la familia del fallecido. En estos actos litúrgicos las Cantoras entonan Alabaos que despiden al ser fallecido de su paso por el mundo terrenal y alientan su alma a seguir el camino al siguiente mundo. Esta práctica social, que ha perdurado de generación en generación, se remonta en el Pacífico colombiano desde la Colonia, cuando los esclavos le cantaban al muerto en júbilo de que no sería más esclavo. Hoy en día, los Alabaos son una tradición que solidariza el duelo personal con los demás miembros de una población en una serie de actos fúnebres que ayudan a conllevar en comunidad el dolor y la desolación de una pérdida, teniendo así un carácter reparador. La serie de dibujos ¨Heridas y Remedios¨ que acompañan la instalación, parte de la experiencia de Adriana como madre. Está compuesta por siete obras en lápiz y acuarela, que buscan reflexionar sobre la transformación salvaje que vive cada madre de forma silenciosa. La serie, en esencia, explora el exilio femenino en el que las mujeres, por desesperación, recurren a los potajes y remedios de las abuelas para sanar sus heridas. Aparecen así, las yerbas y potajes, que cuales personajes heroicos vienen a salvarnos en medio del desierto de la medicina occidental que aún no se ha inquietado por encontrar medicamentos para conllevar el verdadero peso del parto. Recetas caseras que pasan de boca en boca por cada madre y resultan esenciales para reconfortar a la recién parida. Remedios de mujeres para mujeres, de la pacha mama para la nueva mamá, que llegan a acompañar lo más natural y ancestral de la existencia misma: el parto.

La práctica la artista Sarah Zapata examina su posición en la sociedad a través del uso de procesos históricos basados en el tiempo: una práctica  simbiótica de la confección textil y la escritura. En su trabajo, emplea técnicas tradicionales utilizadas por mujeres artesanas, para generar piezas monumentales y abstractas, que buscan ser encarnaciones táctiles de género y performatividad cultural. Si bien su familia se divide entre Perú y Estados Unidos, ella nació y creció en Texas, donde a menudo se sentía aislada de su herencia  peruana. En respuesta, Zapata comenzó a aprender habilidades artesanales tradicionales que todavía emplea en su trabajo hoy. Sus trabajos, coloridos y peludos, son construidos utilizando métodos tradicionales de tejido y enganche, utilizados predominantemente por mujeres indígenas peruanas, y los combina con métodos tradicionales de fabricación de alfombras estadounidenses. El resultado es una especie de eufórico mamut lanudo y teñido, que simplemente llama ser acariciado. Estos objetos interculturales se convierten en una forma de conectar su cuerpo con los trabajos manuales que las mujeres han estado realizando en Perú durante cientos de años.



La presencia del espacio puertoriquense Embajada impacta con un gran tejido de lana metálica del dúo ASMA y lxs trabajos de Gabriela Torres Ferrer. Embajada, también en su segundo año consecutivo de participando de Opening, comparte el booth con la galería Proxyco de Nueva York. Destacamos el trabajo sostenido del dúo ASMA, quienes en esta ocasión presenta ¨Janus¨, un trabajo reciente, desarrollado para su exhibición en solitario en el espacio de Embajada en San Juan de Puerto Rico. Janus, una deidad de dos cabezas de la mitología romana, trata acerca de los intereses del dúo artístico en fusionar opuestos y en la búsqueda de un entender desde la pluralidad. La práctica colaborativa del colectivo permite la coexistencia de diferencias, la colisión de dos universos diferentes que genera un área intersticial de intercambio y sincretismo. Haciendo uso de materiales contrastantes para crear pinturas, relieves y una escultura colgante en lana metálica, ASMA invita a los espectadores a entrar en su mundo psico fantástico donde convive la colisión y la armonía.

  


Destacamos también el booth de la galería argentina PIEDRAS que impacta presentando una fusión entra las pinturas en gran formato de Carla Grunauer con una instalación audiovisual de Liv Schulman. Ambas artistas construyen personajes desde una metodología en común: la revisión de la historia del arte. En la película ¨El govierno¨, Schulman aborda desde una perspectiva feminista la obra de artistas mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries que quedaron fuera de los grandes relatos de la vanguardia y la modernidad, en un período que va de 1902 a 1980 en París. Para este efecto la artista exploró la colección del Fondo Marc Vaux con el objetivo de producir un documental de ficción. La colección está constituida por fotografías que ascienden a un total de 250 mil placas que retratan la vida artística y social del barrio de Montparnasse. Las actrices participantes de este fictodocumental componen personajes de manera colectiva mientras son atravesadas por diferentes identidades que a su vez se negocian, se devalúan y se revalúan. Cada actriz no tiene roles asignados sino que lxs personajes van pasando de cuerpo en cuerpo generando así una historia del arte simultánea, anti lineal, de formas superpuestas. Con la idea de volver a contar la historia del arte reuniendo las diferentes imágenes y pensamientos en una película compuesta de periferias en movimiento, ¨El govierno¨, se volvió una obra en la que un revisionismo loco pone en crisis las narrativas oficiales que llevan a lxs productores de imágenes y sus producciones a nuevas formas de circulación y visibilidad. Schulman crea nuevas imágenes de artistas, como una nueva mirada a la historia del arte donde todas son protagonistas y al mismo tiempo extras, a través de 60 años o más, de miradas sobre una historia superpuesta.

¨Orgo¨ es una serie de seis pinturas concebidas por Carla Grunauer como un relato que captura el flujo de un movimiento. Una captura que retrata a seres que se expanden hasta los bordes y tienen como sello la anomalía. Sin repetirse entre ellos, sin que podamos asignarles género o especie, los personajes han expulsado sus órganos hacia afuera de la piel. Ya en trabajos anteriores lo háptico se presentaba en vínculo con la memoria y el inconsciente, marcando una insistencia exploratoria en torno al lugar afectivo del que provienen las imágenes y la materialidad que toman en la obra. Usando la pintura como medio, en un juego de composición de figura-fondo, la figura se expande con líneas continuas y precisas hasta los bordes y el fondo se vela como una película fotográfica que recibió luz de más. En un repaso estético por figuras primitivas, de la vanguardia rusa y el surrealismo, la artsita imagina formas para imágenes en las que los cuerpos se auto perciben. Con elementos de la gráfica, la limpieza, el dibujo y la pintura como materia prima, Grunauer tiñe superficies sintéticas con pigmentos, las riega una y otra vez con agua mientras dibuja a ciegas sobre la superficie con lavandina, hasta que de a poco, la forma empieza a aparecer. Como una alquimista que manipula sus insumos en el taller desarrollando un acto de resistencia, sus haceres manuales se despliegan como una micro política que vuelca su estrategia sobre un rectángulo de plástico que una vez seco será embastado y colgado a la pared. Grunauer realiza sus pinturas con un mecanismo que da margen para obrar al azar y al inconsciente. Así, genera un cruce entre arte, historia y saberes, donde las imágenes sintéticas y estructurales que construye cuentan una ficción con cuerpos que pueden habitarse de distintas formas; sin binarismos, sin roles definidos por un órgano sexual, lejos de una tradición que repite sin cuestionar y emparentados a la ciencia ficción.