entre.vista ~ Mano Penalva

“Cama de gato” expone el trabajo reciente del artista brasileño Mano Penalva en la galería mexicana Llano. En esta propuesta, se pone en relieve el interés del artista por observar, señalar y re-formular dinámicas, elementos, símbolos, costumbres, materiales, entre otros elementos y conceptos que encuentra en sus recorridos por la ciudad.
Grandes piezas interactivas de pared al suelo, permiten a lxs espectadorxs sentir el material y jugar con las cuentas, proponiendo un espacio para lo lúdico, la permanencia sobre algunas piezas y también problematizar ciertos hábitos y usos de los componentes en la sala . De esta manera no sólo habilita a identificar símbolos, ornamentos y funcionalidades cotidianas de los objetos exhibidos, reconfigurados en otras figuras y composiciones, si no también reflexionar sobre la naturalización de la “productividad laboral” ya que varios de ellos son utilizados para hacer “más confortable” el trabajo.

“(…) En esta nueva exposición que presenta los despliegues más frescos de su investigación, el juego, el trabajo y la imaginación política establecen acuerdos variados, entremezclados con un sinfín de significados simbólicos y mediaciones materiales. El artista dialoga sobre todo con las cuentas de madera que cubren, en diferentes composiciones, los asientos de los vehículos que conducen los choferes profesionales en Brasil y en varias partes del mundo. Además del atractivo estético explícito, los respaldos de cuentas de madera ayudan a mantener una buena postura, al tiempo que activan la circulación sanguínea por el masaje que brindan y favorecen la ventilación entre el cuerpo y el asiento en aras de la comodidad. Es, en síntesis, una tecnología del conocimiento popular que responde a la precariedad de estos trabajadores desprovistos de toda regulación jurídica, sometidos a jornadas de trabajo exhaustivas que condicionan sus cuerpos a coreografías viciadas. Irónicamente, estos respaldos alivian el daño de dichos excesos y maximizan su productividad, algo que los convierte en ayuda y en obstáculo a la vez. (…) Cama de gato explora las disputas simbólicas contenidas en los materiales y ejercicios estéticos cotidianos y la construcción del conocimiento formal en contextos no eruditos. Entre la dimensión técnica y la discusión sociocultural, cabe decir que Mano Penalva apuesta por la aireación de los sentidos para permitirnos estirar, quizás, los horizontes negociables de lo posible. ” fragmento del texto curatorial de Pollyana Quintella.

En conversación con Mano, profundizamos un poco más sobre este último trabajo.



M.L.M:. Tu relación con México resulta cada vez más frecuente por exposiciones y residencias recientes, teniendo en cuenta tu observación por las dinámicas domésticas y urbanas ¿Cuál es tu mirada sobre esta ciudad desde tu experiencia como “paulista”? ¿Ves conexión entre los tópicos que se tocan en esta exposición con el contexto del DF?


M.P:. Desde 2017 vengo a la Ciudad de México al menos una vez al año y creo que desde entonces mi trabajo de hecho ha ganado nuevas capas, a veces debido a fuertes similitudes entre el lugar de dónde vengo Salvador y São Paulo, dónde está mi estudio. ubicado hoy, a veces por diferencias. Lo que más me llama la atención es la importancia que tiene la comida en este país. La comida como institución que une a familias, amigos o incluso a extraños. Mientras te sientas a comer un taco en la calle, la persona a tu lado te desea: ¡Bom provecho! Esto me parece muy familiar en relación a Brasil, aunque creo que esta institución en México es aún más fuerte. Otra cosa que me encanta ver en México es la presencia aún muy fuerte de las artesanías, es como si el poder de las manos aún tuviera una gran importancia cultural.

No sabría decir exactamente cómo las experiencias en México interfieren o aportan en mi obra, ya que mi producción se da mucho desde la experiencia del entorno, en los paseos, en las conversaciones, en los modos y gestos presentes en los mercados y en las formas de vivir. Entonces los trabajos que hice aquí realmente marcan una experiencia procesual y productiva, vean algunos trabajos como: “Maíz”, “Paginas Amarillas”, “Jardim para David Hammons”.

Cama de Gato es una exposición que destaca la importancia de la materialidad, las texturas y los gestos, además de abrir espacios para que convivan las dicotomías. Es una exposición donde lo sagrado y lo profano, el dolor y el placer, lo popular y lo erudito conviven sin ningún tipo de jerarquía. Estoy pensando en una perspectiva más amplia, algo que no solo abarque el contexto de una ciudad, sino que ciertamente permee el contexto de México que respira esta materialidad.



M.L.M:. Conociendo que la ciudad resulta un gran laboratorio para tu práctica ¿Tenés detectadas qué particularidades debe tener una escena y/o elementos urbanos para generar obra o surgen de manera inesperada?


M.P:. En los últimos años he ido comprendiendo que mi trabajo se desarrolla en el pasaje entre Casa y Rua. A veces las obras nacen de la observación de un gesto, otras veces encuentro la obra casi lista en el contexto de la ciudad o de la casa y lo que hago es poner una lupa para resaltar el poder de la cosa en un contexto. Me gusta pensar que mi trabajo como artista es escuchar lo que las cosas del mundo tienen que decir y desde pequeños desplazamientos promover nuevas posibilidades para su existencia.

Cada trabajo tiene una historia. Este es incluso el punto de partida para decir que los medios que conducen a la producción de mis obras son múltiples, entendiendo que existe una plataforma para expresar mejor una idea.



M.L.M:. Este nuevo trabajo que presentas en Llano evidencia tu interés por articular símbolos, el ornamento como concepto y la cultura popular ¿Qué nos puedes compartir del proceso de investigación y producción de esta propuesta?



M.P: El punto de partida de la exposición Cama de Gato que se exhibe en LLANO es la experiencia del cuerpo. La primera obra de esta exposición se realizó en 2016 y se trata de Una caza, un conjunto de asientos hechos con bolas de madera que se unen entre sí y se adhieren a la pared a modo de piel.
Pollyana Quintella, autora del texto de la exposición, trae un punto importante de esta obra: En Caça, la sustitución de la piel de caza por el lunar en la espalda teje un elogio del trabajo, colocándolo como trofeo (como en el weberiano máxima, “el trabajo dignifica al hombre”) o, en una perspectiva más perversa, retratar al propio trabajador como un prisionero.
Los demás trabajos parten de mi interés por confrontar materialidades y encontrar primero algún tipo de comodidad entre ellas, además de presentar y mezclar símbolos que tienen cierta universalidad para hablar de ideas como la protección.


M.L.M:. “Cama de gato” tiene la particularidad de poder interactuar con algunas piezas y vivenciar no sólo simbólicamente si no también físicamente los conceptos que se exponen. Desde tu experiencia ¿qué aportes encuentras en la interactividad con la obra?



M.P:. Esta exposición presenta obras como un ida y vuelta entre lo utilitario y lo poético. Para mí tiene mucho sentido presentar objetos y materiales y que el público los experimente en ambos contextos. Los asientos de cuentas de madera de los taxis son agigantadas, invitando al espectador a descomprimir el cuerpo que se sienta durante horas. Es también una posibilidad de colocar el cuerpo en posición horizontal, en posición de dormir, de soñar. He entendido el sueño como una forma política de tratar los asuntos personales y comunitarios, y para eso el cuerpo soñador necesita estar en una posición tranquila y cómoda.


fotos: Ramiro Chaves, gentileza de Llano.