Shudders and Perforations


Milagros Rojas (Argentina) y Shana Hoehn (Estados Unidos)
Deli Gallery, Ciudad de México, México – 2023
Fotos: cortesía de Deli Gallery.



Ramas, hojas, nudos, cilindros y movimiento. Milagros Rojas presenta una serie de dibujos que exploran una geometría deformada, que combina la abstracción con la figuración para crear formas que se deslizan sobre el papel. Fragmentos y capas definidas por medio del grafito, o en ocasiones por el espacio en blanco. Este conjunto anuncia un ambiente intangible capaz de absorber la mirada por medio del detalle y el trazo constante. Así, Rojas construye figuras circulares, tubulares y pedazos de telas que asumen cierto volumen y brillo. En todas estas obras existe un juego perspectivo, ya sea por el choque insistente frente a una línea que divide la composición que llega a sugerir diversos bloques en el dibujo, o porque se nos presenta el detalle de una escena que parece más amplia. El tríptico expuesto lleva esta búsqueda al límite, en combinación con un formato apaisado que fragmenta y divide la escena. Aquí el horizonte ordena de otra forma nuestro campo de visión y el giro perspectivo sugiere entonces una caída. 

Gestos, extractos, cavidades, protuberancias, hibridaciones. Shana Hoehn expone un grupo de esculturas características por contener significados abiertos, una suerte de doble imagen. Por una parte, exhiben elementos corporales que a la vez funcionan como fragmentos de algún cuerpo o paisaje insospechado, referencias que pasan por curvas sobre la dermis a un gran ano. Estos volúmenes se encargan de mostrar alguna acción que culminó en un episodio desorientado, ya sea por el extrañamiento o estremecimiento. La elección material, por medio de madera, bronce o aserrín completa este propósito. Hoehn juega con el sentido de la temporalidad, ya que los acabados de cada objeto remiten a un pasar del tiempo –a cierta descomposición–, mientras la combinación de elementos anuncian la conclusión de un hecho: la germinación, la penetración, el ataque o el reposo. 

El diálogo que estos dos conjuntos genera, confirma la construcción de paisajes donde el misterio y lo abyecto dominan. Tanto Rojas como Hoehn señalan una apertura a escenarios en donde se mezcla lo reconocible con lo irreconocible, lo obvio con lo indefinido, lo terrenal con lo fantástico. Ambas apuestas parten de una materialidad constante, ya sea el grafito del dibujo, o la madera rescatada en las esculturas. Con estos recursos construyen escenarios transitorios, que van de una calma aparente a una violencia implícita. Dicho tránsito en cada artista conlleva a un sentido espiritual. En el caso de Rojas, existe un rasgo simbólico que propone lo lumínico como una manera de pensar en un plano alterno. Para Hoehn, el mismo objeto resulta una suerte de reliquia que abre orificios y cavidades e insinúan un paso a otra dimensión.