Metales o maneras

Jimena Chávez Delion, Perú

Galería Enrique Guerrero, Ciudad de México, México – 2019 
Curaduría: Raúl Silva
Fotos: cortesía de la galería.

La artista peruana Jimena Chávez Delion  presenta una serie de esculturas y piezas contemporáneas que indagan sobre el material, su funcionalidad y el concepto de valor, en las salas de la galería mexicana Galería Enrique Guerrero.

Texto por Raúl Silva:

I

Metales o maneras propone una selección de piezas elaboradas a partir de dos ejes. El primero es un proceso de exploración material: los soportes, generalmente de uso industrial o recolectados de mercados mayoristas o informales parten de una investigación formal en sí misma. El segundo eje: el reconocimiento de un valor estético y simbólico posible en el material y que opera estrechamente ligado al intercambio como proceso. Ambos ejes, buscan ahondar sobre la producción de valor y cómo es afectado por un espacio artístico

La propuesta reúne elementos en su mayoría de corte minimalista, a modo de ready made y un conjunto de piezas –entre video y un despliegue de signos gráficos- para establecer ciertas condiciones en la lectura de los objetos y abrir vínculos sobre la funcionalidad, el uso y el valor como conceptos.

II

El valor de un objeto es una atribución subjetiva, aunque sujeta a un contexto en transformación constante. Es en función de ese contexto -lo que existe afuera del objeto- que se formula la idea del valor de algo, es decir: solo se concibe la intención de dar valor a algo en el momento que se piensa en la posibilidad de un intercambio con lo que uno considera su equivalente. 

La pérdida de valor de un objeto es un proceso subjetivo, pero también sujeto a un contexto en transformación constante. Es en función de ese contexto -lo que existe afuera del objeto- que el valor de algo disminuye, es decir: solo se concibe la perdida de valor de algo en el momento que se piensa en la posibilidad de un intercambio con lo que uno considera su equivalente. 

III

Ambas ideas sobre el aumento y la disminución del valor, son en realidad lo mismo; regidas por el deseo de lo que no se tiene; de la concepción del poder adquirir algo más y donde la forma material del objeto en discusión no varía. Si este objeto es desarmado, sin embargo, su valor disminuirá, ya que parte de la fuerza de trabajo antes utilizada para su elaboración se habrá deshecho y la fuerza de trabajo utilizada para su desarticulación no será probablemente considerada. Pero si el ciclo de circulación de ese objeto desarmado cambia, el sentido de su uso y su valor, también podrían hacerlo. 

Al hablar del proceso de transformación de un material crudo en un bien utilitario ¿Podemos reconocer el momento en el que la materia adquiere un valor simbólico que la diferencia? ¿Puede un elemento de la misma composición, área y peso tener un valor distinto determinado solo por su uso potencial y la demanda que otros tienen sobre él? ¿De qué forma la estética y la experiencia cultural determinan nuestro entendimiento de una materialidad? 

Si invertimos las lógicas que delimitan nuestra forma de ver los objetos que nos rodean, y únicamente los considerados desde su estado material, donde por ejemplo una moneda es únicamente metal, estaríamos apelando a un desconocimiento de cómo se ejercen la sociedad y el intelecto sobre la forma. En esta otra manera de ver la realidad, la forma material solo estaría inmersa en un ciclo de sucesos concatenados carentes de sentido: la adquisición de la materia prima, la alteración de su forma, la delimitación de sus contornos, su articulación, su desecho… Esta otra cara de los objetos, constituye la mirada que no atendemos en su circulación, una proyección abstracta presente en el aspecto social de las cosas.