Cosas que ojo no vio
Gabriel Chaile, Argentina.
MARCO- Museo de Arte Contemporáneo de La Boca, Buenos Aires, Argentina – 2018.
Curadora general: Paula Carrella
Fotos cortesía de Fundación Tres Pinos.
Colección en diálogos es una serie de exhibiciones producidas por Museo Marco que propone situaciones de encuentro entre los artistas y las obras de la Colección de Fundación Tres Pinos para reflexionar y pensarlas en relación a su propia obra y experiencias.
”Cosas que ojo no vio” se basó en un texto bíblico (1 de corintios 2: 9) del nuevo testamento que cuenta sobre las cosas del porvenir, de un porvenir suprasensible del que desconocemos absolutamente en cuanto a imágenes y sonidos.
El misterio se hace presente en la instalación: un gran cubo construido por hierros y ladrillos define una forma pesada y poderosa, una forma cultural cálida como la define el artista, una especie de demiurgo cultural que registra un código que remite al origen o el fin de algo desconocido.
70 veces 7 es el título de la instalación de site specific de Gabriel Chaile la cual se interpreta como metáfora de su modo de trabajo. Ubicada en el centro de la sala, la instalación conversa con las obras seleccionadas por el artista: Paisano con hornero de Antonio Berni y Rua 1980 de León Ferrari.
En esta conversación Chaile pone de manifiesto la relación del hombre con la naturaleza y la cultura. Observa y ordena el espacio, al exhibir el cubo como metáfora expositiva, como abstracción y como lenguaje universal.
En Paisano con hornero, de Antonio Berni, aparecen pintados un hornero y un hombre de campo, en un soporte inusual que es un huevo de avestruz. Allí se reconoce uno de los temas centrales de su obra: el límite entre el campo y la ciudad, una frontera indefinida que representa la relación entre naturaleza y cultura como una construcción que sintetiza y condensa esa metáfora. En ese contexto el hornero, pájaro arquitecto, convierte su hábitat en un lugar de resistencia como mediador frente a la naturaleza y el hombre.
Rua 1980 de León Ferrari es un diseño realizado heliográficamente sobre papel, en el que se evidencia el ordenamiento de un espacio homogéneo, obsesivo y alienante. Expresado a través de módulos, como células que constituyen un entramado urbano, y habitado por representaciones simbólicas y repetitivas del hombre, este espacio da cuenta de la pérdida de individualidad. En este sentido , Ferrari participa con su ideología de la imagen del hombre alienado en un hábitat anónimo, un no lugar.
Un diálogo implica una toma de posición, y con esta acción Gabriel Chaile plantea la sala de exhibición como un sitio de reunión y meditación.