Coreografía invisible o el baile secreto de las verduras y los trapos

Pierina Másquez, Perú.

Crisis Galería, Lima, Perú – 2020
Fotos: cortesía de Crisis galería.

Crisis presenta la primera exposición individual de Pierina Másquez en su galería en la ciudad de Lima.
La artista traslada sus observaciones en torno a la cotidianidad y su configuración en el espacio vivencial según jerarquías, objetos, personajes y dinámicas particulares que crean, según su óptica, coreografías intuitivas en el contexto doméstico.

Lo cotidiano es personal. La rutina, los objetos y otros elementos en convivencia están sujetos a un valor simbólico íntimo, sobre el cual la artista reflexiona e intenta definir en su experiencia personal. De esta manera indaga sobre los mecanismos que se articulan en la escena; que ya sea por tradición, acuerdos tácitos y/o explícitos de distribución de poder; establecen roles y labores que determinan categorías y actores principales o secundarios.

Desde el humor, explora  la relación entre objetos, personajes y dinámicas para indagar sobre la condición afectiva y económica. 

En diálogo con la artista profundizamos en estos aspectos, que nos resultan tan familiares como determinantes en una actualidad donde la premisa es #QuedateEnCasa.


M.L.M: ¿Cuáles son aquellas conciencias cotidianas o momentos que extraes de tu cotidianidad para plasmar en tu obra? ¿Cuáles son sus particularidades?

P.M: La conciencia sobre mi contexto inmediato – mi casa – vino después de algún tiempo de estar constantemente observando las dinámicas que se ejercían en este espacio. Casi siempre tiendo a no estar conforme con las maneras predeterminadas en que vivimos, y partiendo de esa inconformidad es que empiezo a cuestionar todo lo que no entiendo. Este proceso de observación y cuestionamiento es más difícil cuando una está involucrada en él o cuando empiezas a darle sentido a ciertas actitudes de personas que quieres pero con las cuales no estás de acuerdo.

Lo primero que llamó mi atención fue cómo el ritmo del día estaba tan pautado. Traté de encajar mis horarios de producción a los horarios de la casa: mañanas de limpieza y cocina, tardes de descanso y noches de estar en el taller ya sea escribiendo, pensando o escuchando un programa de radio local. La mañana y la noche son muy agitadas; por ejemplo, la mañana es caliente y la noche huele a todos durmiendo. Las tardes más bien son de un silencio que me resulta inquieto a medida  que espero llegue la noche y, en el caso de mi mamá, poder descansar.

Es en esta intersección entre la mañana y la noche que tenía algo de tiempo para reflexionar sobre lo que pasaba durante las primeras horas del día. En este momento de descanso empecé a hacer, a manera de estudios, dibujos del natural: autorretratos, bodegones y plantas. Esta fue una de las razones por las que los títulos de los dibujos hacen referencia a horas particulares  – Mañana: un plato de frutas a las 10:20 am o 9. Noche: autorretrato a las 10:45 pm – .

M.L.M: ¿Qué es lo que te interesa de la relación entre lo cotidiano  y la jerarquía corporal en el espacio?

P.M: Para responder esta pregunta empezaría definiendo que es lo cotidiano. Desde mi experiencia de vida, lo cotidiano se construye a través de pequeñas rutinas que están basadas en acuerdos tácitos a favor del orden y el correcto funcionamiento de un todo. Esto contiene, intrínsecamente, preguntas sobre mi propia condición social y económica.

Por jerarquía corporal  me refiero a la relación de un cuerpo con otro(s) y a los criterios de valor que se le adjudica a cada uno. En casa por ejemplo, mi papá es el que tiene el sueldo fijo más alto y eso de alguna manera tácita le da cierta licencia para no realizar tareas domésticas. Como en su momento cuando yo trabajaba y llegué a tener un sueldo parecido al de mi papá, automáticamente esa licencia se me fue concedida. Entonces estas situaciones afirman que uno de los criterios más importantes dentro de mi familia es el valor económico y de producción que cada miembro representa. Por otro lado, también me refiero a la relación de valor del cuerpo en sí mismo; es decir, que observé que para todas las labores de las mañanas las piernas y las manos eran fundamentales para la ejecución de acciones y para poder seguir con las rutinas establecida por todxs.

Lo que me interesa de la relación entre ellos es que, no se habían pensado como conjunto y que probablemente uno dependa del otro, como una relación simbiótica. Esta relación invisible orquesta varios momentos donde horizontalidad y verticalidad se hacen presentes. Por ejemplo, el cuerpo de papá es más horizontal dentro de casa que el de mi mamá que es más vertical – probablemente yo sea una línea oblicua-. El objetivo de estas observaciones terminó siendo una reflexión sobre el tránsito corporal que se coreografía intuitivamente durante el día.

M.L.M: En el contexto actual de cuarentena globalizada, donde nuestra vida se desplaza únicamente en un sólo espacio y lo cotidiano toma protagonismo ¿Surgen nuevas lecturas o análisis sobre este trabajo?

P.M: Sí, me es evidente que el repentino aislamiento social ha generado diferentes reacciones sobre lo cotidiano en estos días. Por ejemplo, la romantización de la convivencia y del trabajo doméstico en las redes sociales es algo que ha llamado mi atención, porque creo no ha generado una empatía real hacia este tipo de trabajo, si no que permanece ligado a acciones hechas desde el amor o la abnegación de las personas que no producen capital económico; y de esa manera se sigue perpetuando la idea de que solo existe reconocimiento en tanto sea público y en tanto otrx lo manifieste. Es decir que solo existe cuando otrx lo ve, si no sigue en un estado casi fantasmagórico.

Como parte de las recientes medidas de emergencia, nuestros cuerpos se han visto ordenados de diferentes maneras dependiendo del valor de necesidad de cada uno. Por ejemplo, lxs trabajadores consideradxs imprescindibles para estos días como lxs médicxs, la policía o las fuerzas armadas en mi país, se encuentran trabajando por salvaguardar otros individuos pero desde una práctica física y que en algunos casos hasta pueden recurrir a la violencia en pro del bien social. 

Finalmente, es importante pensar que lo político no es una esfera desligada de la vida cotidiana, y ahora es mucho más evidente que este acciona sobre todos nuestros cuerpos sin distinción. De la misma manera que el  ordenamiento biopolítico funciona dentro de los espacios privados, pero es mucho menos perceptible. Esto me hace pensar en que la libertad está construida sobre una ficción, y por tanto el momento que nos toca vivir ahora es un plot twist de la misma.