Carnote ~ Jose Yisa Caerols

Centro Cultural Montecarmelo, Santiago de Chile, Chile ~ 2024
Fotos: Felipe Ugalde, cortesía del artista.



 Texto de Juan Jose Santos:

En esta versión del paso de la Laguna Estigia el pintor Yisa ha prescindido de todo aquello que ha considerado accesorio. Caronte y su barca desaparecen, así como su pasajero, un alma humana. No están las puertas del Hades custodiadas por Cerbero.

Ni un brochazo merece la orilla celestial, con la fuente del Paraíso, con sus angelitos, sus animales pastando y sus árboles frutales. La orilla contraria, el infierno, tampoco tiene referencia: ni fuego, ni demonios alados, ni negros nubarrones.

De hecho, no hay ni lienzo ni bastidor. Yisa dispone de la capilla desacralizada de Montecarmelo[1], de 1897 (antiguo Monasterio de las Monjas Carmelitas de Santa Teresa), de la adaptación del mito de la laguna a elemento tridimensional, y de la reinterpretación de los mensajes relatados por Virgilio en la Eneida (libro 6, verso 369) y por Dante en el Inferno (libro 3, verso 78) en avisos comerciales. Trabajos de sitio específico: la laguna es ahora una piscina y las lecturas, anuncios en rótulos LED.

La única pintura que verán es el aceite quemado que inunda una piscina en el centro de la sala. Litros de “agua maldita” sobre la que flotan las almas que van de camino al Anteinfierno. Allí donde se castiga a los indiferentes, los ignavos. Una Laguna Estigia con aspecto de pantalla de celular gigante.

El altar de la capilla es igualmente negro, como un abismo. Por unas escaleras negras se asciende al pulpito negro, y a un único mensaje, en luces LED amarillas: Si miras fijamente al abismo, el abismo te devuelve la mirada (Und wenn du lange genug in einen Abgrund blickst, blickt der Abgrund auch in dich hinein)[2].

Lo que se refleja en ese abismo, en esa Laguna Estigia, son frases de la Divina Comedia de Dante (1314). Versos sueltos convertidos en eslóganes publicitarios reproducidos en rótulos comerciales de luces LED. Una Biblia de Neón[3], ese neón que en Chile es miseria[4]. Los reclamos que parpadean mientras duermes, los anuncios capitalistas acosados por el zumbido de las moscas atraídas por la luz artificial. Delante de las puertas del infierno de Dante se agolpan las “gentes que vivieron sin gloria ni infamia”. Los versos 22 al 69 comienzan con la escucha de “palabras de dolor, acentos de ira, altivas y roncas voces”, provenientes de los ignavos, almas que en vida no hicieron ni el bien ni el mal. Dante señalaba a aquellos contemporáneos que no reaccionaron ante los conflictos políticos de su época. Condenados que por su indiferencia no pueden acceder ni al infierno, y que son castigados a una “ciega vida” eterna.

Entre los versos 130 y 136 se describe el movimiento violento de la tierra oscura, de la que brotan resoplidos de vapor. Un terremoto que provoca que Dante se desmaye. En 1985 un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter destruyó parte del convento Monte Carmelo, como las celdas de las monjas, hechas de adobe y quincha. No queda huella de su presencia en la parte posterior de la capilla. Por donde antes estaban las estancias, y zonas de cultivo y de vegetación, hoy pasan varias calles nutridas por los autos que vienen o van quemando gasolina y aceite a la autopista Costanera Norte, que conecta el sector alto de la ciudad con el centro.

Muchos poetas chilenos (De Rokha, Fariña, Zurita, Martínez, Berenguer, Lihn…) han seguido la inspiración de Dante para hablar del infierno. En esta oración desacralizada que acompaña la instalación de Yisa se disfrazan sus versos y se contaminan con la realidad chilena, con acontecimientos de la historia reciente y con la inacción de la sociedad que, ante la deriva de los eventos actuales, ha optado por un flotar dichoso.


[1] El nombre “Monte Carmelo” fue designado por la Madre Magdalena Correa en referencia a la abundante naturaleza que circundaba la ubicación, al pie del cerro San Cristóbal. Las monjas cultivaron frutales en las cercanías hasta el terremoto de 1985, que provocó el abandono del convento hasta su adquisición en 1991 por parte de la Municipalidad de Providencia, que transforma el inmueble en centro cultural. [2] Paráfrasis de Más allá del bien y del mal. Preludio de una filosofía del futuro (1886) es un ensayo filosófico de Friedrich Nietzsche que indaga en una moral no atada a normas y valores, distanciada de la tradición histórica influida por la religión. [3] Neon Bible es una novela de John Kennedy Toole, publicada en 1989, protagonizada por joven llamado David que atraviesa, metafórica y literalmente, el mapa del fantasimo religioso del sur de Estados Unidos. [4] Tal y como tituló el artista Gonzalo Díaz a su obra y exposición en la Galería d21, en el 2012.