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Artistas: José Eduardo Barajas (México), Bungalovv (Argentina), Andy Medina (México) y Emma Pidré (Argentina).

Erratum Galerie, Berlin, Alemania – 2021
Fotos: cortesía de Emma Pidré

Texto de Emma Pidré:

El tablero volteado en un giro de más de mil vueltas. Es difícil entender que piezas pertenecen a quién. Quien está jugando a favor de quién, en contra o las dos a la vez. Incluso más difícil es detectar quien no está jugando para nada, aunque parecería ser una paradoja irresoluble, hasta la forma más sutil de silencio puede volverse un movimiento estratégico. Es muy difícil saber si se está perdiendo o ganando, o las dos. Al final lo que le importa al juego es que siempre se lo está jugando. Un tablero con millones de piezas que brilla frenéticamente de día y de noche se sumerge en la tiniebla. La simulación viene de un programa muy antiguo y se llama CDMXtreme. Su centro más álgido, se puede graficar como una tela de araña, que en el cruce de sus líneas blancas que brillan en la oscuridad, mantiene a cada jugador en su posición, siempre despiertos, siempre vigilantes, siempre listos para volverse presa o demonio. Nunca queda muy en claro en lo que una puede volverse, en la ambivalencia de sus contradicciones se perpetua la dinámica de sus reglas.

También se le podría llamar la CDMatriX. Una simulación con una cantidad de niveles insuperables que se replican en bucles iterativos con ecuaciones fractales. Imposible atravesar todos sus layers. La máxima diversión radica en el riesgo. Solo cuando llega el momento indicado, tu verdadero ser sabe si deberá tomar el desafío o escapar.

Una navaja que quita otra navaja. Un escupitajo de sangre en la boca mientras se cortan mutuamente los labios con la misma navaja orgasmicamente. En la boca ya no se sabe qué sangre es de quién pero la sangre siempre sabe igual de rica. En la simulación se mezclan los flujos de forma casual mientras se recorre la tela que interconecta a los jugadores. Todos conectados al drama, dulce y doloroso elixir que ilumina los ojos y expande las venas para que se pueda absorber más estímulo al torrente sanguino, siempre más elaborado, siempre más inteligente. Los jugadores desarrollaron un sentido profundo de la psicología. La manipulan con destreza, ya sea para obtener ítem de los jugadores que mas tienen o para obtener capital emocional, que en su correcta síntesis es convertido en mas drama, moneda de cambio que es negociado como una crypto local. En el instante que un acto es cometido o una palabra dicha, es inmediatamente asimilada por el algoritmo que lo dispersa a toda la network para un checkup descentralizado que se comunica entre sus jugadores a la velocidad de las stories de instagram.

Todos están en la tela, todos son parte del juego, la tela rige las reglas, en ella todos pueden volverse de forma muy casual y elegante, depredados y depredadores. El juego mismo es el modelo maestro que mantiene a todos activos, nadie entiende bien porqué jugarlo ni cómo, pero tarde o temprano todos aprenden. Dentro de la simulación todos encuentran su verdadero ser.