re.seña ~O que sobrenada, sobrenada no caos

Porta Vilaseca, Rio de Janeiro, Brasil – 2022
Curaduría: Clarissa Dini
Fotos: Victor Brandão, cortesía de Portas Vilaseca



La galería Portas Vilaseca presentar “O que sobrenada, sobrenada no caos”, la segunda exposición individual del artista Ismael Monticelli en la galería, curada por Clarissa Diniz.
Monticelli reúne un conjunto de obras nuevas desarrolladas en los últimos dos años, que incluyen pinturas, esculturas, objetos, instalaciones e intervenciones específicas del sitio.

Ocupando los tres pisos de la galería, la muestra se organiza en una narrativa espacial cuya atmósfera sombría despierta un sentimiento de melancolía y frustración, en medio de las celebraciones del bicentenario de la Independencia de Brasil y el centenario de la Semana de Arte Moderno. En este sentido “O que sobrenada, sobrenada no caos” se sitúa en la encrucijada de utopías y distopías dentro de un tiempo lleno de remembranzas y derrumbes: una invitación a revolcarse en la profanación, el desenfreno y la crítica necesarios para una vida más allá del triunfalismo y la tono de celebración de los cánones tambaleantes y sus narrativas cansadas.

Al tejer retales de ideas, pensamientos, sonidos e imágenes, Monticelli subraya las fantasías de nuestra propia modernidad y las arroja contra el ahora: un tiempo cada vez más interpretado a la luz del Antropoceno.
Dividida en tres partes, la exposición secuestra las construcciones político-estéticas de Tarsila do Amaral para crear un jardín, un gran edén cuya legendaria armonía social es, a su vez, interrumpida por un bestiario sanguinario y carnívoro que se devora a los demás y a sí mismo en medio de lo volumétricamente cohesivo y ajuste cromáticamente sombreado que se encuentra en sus obras.

La estrategia de Monticelli consiste no sólo en insertar bestias y criaturas salvajes en los paisajes barsileñxs, sino, principalmente, hacerlo desde la perspectiva estética medieval mediante la apropiación directa de imágenes como las del Bestiario de Aberdeen (Inglaterra, 1200) , y aspectos como el dorado de la superficie y la escritura, forjando un imaginario a la vez moderno y medieval.

En el tercer piso, el paradisíaco manantial pictórico se ve infectado por espinosas serpientes que se enroscan sobre sí mismas para ofrecer un nido a los huevos que abundan por todo el espacio y que, a su vez, emulan cierto drama arquetípico que puede vislumbrarse en Maria Martins. obra, contrastando así, estética y políticamente, con lxs dos artistas icónicxs.

En las paredes del camino en espiral que conecta los tres pisos de la galería, hay una intervención, en la que se repite la frase “cuando el rayo habla, dice oscuridad” -del filósofo y escritor George Steiner-.