Prole


Adriano Amaral, Brasil.
Galerie Fons Welters, Amsterdam, Paises Bajos – 2024
Fotos: Gunnar Meier, cortesía de la galería.



El artista brasileño Adriano Amaral presenta su primera gran exhibición “Prole” en la galería Galerie Fons Welters. La obra de Amaral implica un examen de la naturaleza de las cosas en el mundo; la materialidad y sustancia de lo que nos rodea así como su valor y poder transformador en el tiempo.
Las exposiciones de Amaral suelen tener un concepto espacial global, partiendo de un enfoque intuitivo que da como resultado complejas instalaciones inmersivas.

En “Prole” el suelo se cubre con carbón, paneles solares o con moqueta blanca. Lxs espectadorxs acceden al espacio a través de cortinas de tiras de PVC. Tanto las cortinas, que crean una barrera entre dos ambientes diferentes, como la alfombra, alertan a quienes entran en la habitación. Unx se vuelve instantáneamente más consciente y presente en ese momento, ya que el cuerpo está lidiando con nuevas cualidades físicas (un terreno blando en este caso) que no se esperaban.
En sus instalaciones Amaral reacciona ante determinadas cualidades y la singularidad de un lugar y al mismo tiempo lo transforma en un entorno alternativo. Los materiales para esas transformaciones vienen con su propio contexto y agregan capas de significados a la sala. La alfombra, por ejemplo, se asocia más a espacios domésticos y aporta una sensación acogedora. Agregar tierra, asociada a la naturaleza y la agricultura, crea una tensión y trastoca esa sensación, creando otras  relaciones.

  En la exposición de la Galerie Fons Welters se presentan en el suelo 32 cruces hechas de tierra comprimida. Colocadas y siguiendo un patrón, se levantan ligeramente del suelo sobre bases de aluminio. Las cruces tienen un fuerte significado simbólico pero Amaral también se preocupa por sus cualidades formales; las piezas se desintegrarán lentamente mientras la tierra se seca, se encoge y se agrieta, perdiendo su geometría original y revelando una sensación de tiempo y entropía. La intervención en el suelo también hace referencia a paisajes generados por ordenadores. Las medias cruces y las pequeñas partes que tocan las paredes sugieren una malla digital que continúa más allá, a pesar de las limitaciones físicas del espacio de la galería. Esta sensación se ve acentuada por el contraste de la tierra oscura contra la alfombra blanca que refuerza la perspectiva de la habitación.

 En la serie Pinturas Protéticas de Amaral, los elementos figurativos aparecen a través de materiales sintéticos y procesos utilizados para metabolizar imágenes. El artista utiliza fotografías tomadas con su teléfono como punto de partida para crear elaborados relieves de silicona en brillantes colores cítricos que son a la vez profundamente personales y oscuros. 

 Colgadas de la estructura del techo, cuatro esculturas de nidos de avispas brillan con una sutil luz verde. Procedentes de nidos de avispas originales encontrados por el artista, aparecen de forma más aleatoria, rompiendo el equilibrio del espacio y habitando la habitación como un intruso que no pide permiso para instalarse.