Húmedo

Santiago Lena, Argentina.

 

El Gran Vidrio, Córdoba, Argentina – 2018.
Curadora: Adriana Carrizo
Fotos de Dan La Crema y Marcos Rostagno, cortesía de la galería.

 

 

Santiago Lena,  produce y diseña cerámica de manera constante. La alfarería es su forma de vida y  le permite experimentar e investigar diferentes procesos, formas y texturas, para abordar las  abstracciones que surgen en la relación de la materia y el ser humano.

 

 

“Cada proceso de mi trabajo es un tránsito hacia la definición de la obra. En el amasado de la pasta gres se genera algo orgánico, propio del movimiento. Esos pliegues que se producen en la acción, los detengo, el fuego los petrifica. “

 

Gran parte del trabajo de Lena, se desarrolla en torno a la materia, indagando sus propiedades y su capacidad de adaptación a una idea, sensación o recuerdo para transformarse en una forma.

 

La simpleza de los materiales elegidos para realizar la exposición “Humedo”, dan complejidad a los pliegues, profundidades y formas de los elementos en la sala. La instalación principal esta llena de vida y nos remite a la búsqueda de la escencia, desde una atmósfera íntima cargada de humedad.

 

 

Texto curatorial por Adriana Carrizo – “Húmedo” ( la visión en la caverna ) :

 

Cómo imaginar, cómo representar el interior de la materia, su morfología, los huecos, las cavidades  de lo pleno y lo vacío, denotar aquello de lo que somos origen, lo que nos ha tomado y nos toma, nos apresa? Ese ADN que portamos, donde está inscripta nuestra conformación como seres corpóreos, apenas puede contar algo que nos trascienda como tal. Santiago Lena en esta obra, dando el gesto, nos deja el lugar necesario para encontrar el misterio interno, íntimo que nos habita como cuerpos, la potencia que nos desnuda como materia inerte; nos acentúa las faltas en la finitud que nos acecha, hace danzar lo inmóvil frente a nosotros que respiramos para no ser desgraciados, por no ser infinitos,  nos ayuda a reflexionar hacia adentro. Unos pasos más allá, la simplicidad de las formas, la luz y el agua nos despierta, vamos descubriendo la versatilidad de lo que somos como origen. Allí  Lena nos emparenta como hombres, como humanos,  vemos en la simpleza de su obra conjugar la genealogía y el arte, la química y la física, abre un campo visual a lo que, de algún modo, todos reconocemos llevar dentro: tierra , agua y luz, como las plantas. La obra en el conjunto habla de ello.

 

Lo orgánico

 

Un  objeto ha nacido, comienza a vivir, porta el origen de casi todas las cosas, hay una obra que sobrevive a su creador. Samuel Beckett aludía a que la marca  del artista en su obra está menos presente en lo  que ha  creado, que en su ausencia. Aquí los gestos que la precedieron han dado paso a la formación y la transformación de la materia, a ritmos y contra ritmos , a curvas que van serpenteando un recorrido que bien puede figurar el de nuestro cuerpo.

En esta instalación Lena trabajó en el espacio, dibujó  con sus manos los cortes, las fisuras, socavó, removió y por sobre todo sembró, no sólo el resultado de lo que hoy se erige en la sala, sino también de lo que irá dando nueva vida, colores que la naturaleza va a pincelar a su antojo. Nos  remite de una manera natural, fresca, honesta  a la posibilidad transformadora del arte, de la vida. Su reflexión, que ha despertado recuerdos de su infancia, sostiene esperanza, compromiso y sensibilidad.

 

 

Los cuatro elementos

 

En la sala , en las obras, se deslizan, se expanden, como en una pieza de baile, la tierra, el agua, el aire y el fuego. La posibilidad de abstraerse a la propuesta del artista desaparece cuando nuestros sentidos primarios, primitivos, límpidos de toda cultura, se despiertan. Una memoria ancestral nos va llamando a recordarnos, a leernos sin palabras.

De esta manera SL nos  lleva con sus obras a una experiencia sensorial que nos abre un camino hacia la emoción, hacia la posibilidad de servirnos de lo que alojamos dentro.

Cada pieza en esta habitación es una excavación de curvas, hendiduras reducidas a símbolos y sus diferentes alturas , su distribución en el lugar, la oscuridad, la luz y la humedad  contenidas hacen vivir el espacio como una gran caverna.

 

 

La propuesta de SL puede ser leída, mirada, recorrida y vivida. Húmedo, materia sólida, arcilla y agua.