Archaeology of darkness

Nicolas Lamas, Perú.

Meessen De Clercq, Brucelas, Bélgica – 2019

Esta exposición muestra la participación total de los conocimientos técnicos en nuestra existencia y la evolución histórica de nuestra dependencia de los procesos de fabricación. Al vincular sin descanso elementos y objetos extraídos de campos dispares, Lamas explora conceptos extraídos de la biosfera y de la arqueología, o la evolución de técnicas para analizar y comprender los fenómenos que gobiernan nuestra forma de vida.

El espectador es recibido por Dark Times, una obra que se encuentra en la entrada de la galería y consiste en dos bloques de mármol negro que aprietan un libro con un título simbólico L’Homme et le Temps (Hombre y tiempo). Esta estela,densa y enigmática, plantea una de las preguntas recurrentes en toda actividad artística en general, y específicamente en la de Nicolás Lamas.

Varias de las obras presentadas en esta exposición abordan la noción de tiempo a través de la transmisión de información y su control, que en cualquier momento ha sido de suma importancia en las sociedades humanas. Controlar la información significa poseer poder. Por ejemplo, Lamas compara una tableta sumeria, que simboliza el nacimiento de la escritura en Mesopotamia hace unos 6000 años, con un fragmento de componentes informáticos que ilustran nuestra era moderna. Este trabajo abre vías de reflexión sobre el proceso de comunicación a lo largo de varios miles de años, el almacenamiento de información, los métodos de aprendizaje, la omnipotencia de la tecnología y la obsolescencia de las máquinas. En este sentido, La Société du Spectacle (Sociedad del Espectáculo) es una obra icónica. Tomando el título del libro de Guy Debord, el trabajo consiste en una cámara de video que graba sus propias partes constitutivas que se han desmantelado por completo. Las partes eliminadas de esta manera se graban y se muestran en una pantalla en tiempo real.
Con esta naturaleza muerta de hoy en día, Lamas nos muestra un mundo potencialmente alejado de la imagen, registrando su propia desintegración.

La génesis de las formas en el trabajo de Lamas también nace de la observación y el uso de lo ordinario o incluso lo trivial. Así, muchos objetos cotidianos puntúan la evolución de su trabajo y abren interpretaciones con múltiples ramificaciones. Sus obras a veces colocan al espectador en una postura de confrontación en la medida en que los códigos de una vida pre-escrita son constantemente sacudidos. El caos parece estar controlado, y el control parece caótico. Así como dos átomos pueden chocar y crear una nueva aleación, el proceso creativo que impulsa a Lamas se guía por el encuentro casual, el ensamblaje y la anexión. Eso se puede ver en su trabajo Los flujos posthumanos dispuestos en un gran pedestal en la habitación de la derecha. El trabajo se desarrolla como una síntesis híbrida entre un esqueleto humano exhumado y concreciones minerales, metal fundido, tubos y cables, reproducciones 3D, cableado eléctrico y bombillas de luz. Estos se revelan con respecto a los rastros de la complejidad de la vida, el poder de las herramientas. y la era del futuro. ¿No podemos percibir una analogía entre el sistema nervioso de un organismo vivo y la red mundial que transmite incesantes flujos de datos?

La fragilidad de los recuerdos se destaca en la sala trasera, donde hay un encuentro entre fotocopiadoras recientes pero ya obsoletas y copias de estatuas de la antigüedad. Por un lado, la reproducción del documento escrito y, por otro, el deseo de difundir una idea para la posteridad a través de una imagen, un objeto esculpido. Allí encontramos al filósofo, al atleta, al político (Brutus el Viejo), al arquetipo de Venus (cabeza de Venus de Milo), al sacerdote (Laocoön) y al elemento arquitectónico (Atlas). Este grupo enfatiza que nuestra época es paradójica y ve la acumulación de información, que ya no es legible ni consultable en unos pocos años. «Después de algunos siglos, la mayoría de la información sobre la civilización contemporánea puede haber desaparecido (…). La inmensidad del volumen de documentos generados por la actividad moderna no solo plantea un problema de almacenamiento, sino ante todo el problema de su explotación, para el cual la tecnología no ha seguido el ritmo de la producción ».
Este grupo muestra las entrañas de estas máquinas, disecadas como cuerpos; revelan las correas de transmisión que se convierten en tendones, cables tan delgados como los vasos sanguíneos y cables tan gruesos como las arterias. Estas máquinas destripadas se parecen a cuerpos mutilados.

Lamas nos está mostrando que el ser humano está ultra-conectado y depende de la naturaleza, pero también del avance de la tecnología y el conocimiento del tema. Para considerar el futuro de la humanidad, tal vez sería útil comprender el surgimiento de la tecnología como una etapa inevitable en la evolución natural, con todos los desarrollos potenciales desviados que conlleva.