Usando este cuerpo, pensando en la fuente

Tomás Díaz Cedeño, México.

PEANA, Monterrey, México – 2019
Curaduría: Alberto Ríos de la Rosa
Fotos cortesía del artista

Texto de Alberto Ríos de la Rosa:

“Los nuevos monumentos parecen hacernos olvidar el futuro”. Robert Smithson

La proporción entre lo natural y lo artificial, así como la interacción continua entre los sistemas de creencia empíricos y las metodologías científicas conforman el eje central de la producción artística de Tomás Díaz Cedeño. Usando este cuerpo, pensando en la fuente se inscribe en esta dicotomía aportando un compendio de siete instalaciones escultóricas cuya aproximación física parte de los dibujos y estudios del artista, transformándose en el uso de diferentes materiales, texturas, objetos e imágenes que ofrecen claves para reflexionar sobre la relación del artista con tres argumentos primordiales: el paisaje, la arquitectura y el textil.

¿Qué circunstancias y actitudes se pueden adoptar en pro de la garantía de la naturaleza desde la percepción de la génesis creativa? ¿Qué relevancia adquiere esta interacción en la producción local e internacional vigente? Díaz Cedeño se apropia de estas interrogantes como punto de partida para el análisis de la relación del artista con el paisaje.
Desde un enfoque formal y con un énfasis en el oficio del escultor, el artista transforma el espacio expositivo en una suerte de cueva subterránea. Cinco estructuras hechas de concreto vaciado en la tierra conforman la base de la instalación escultórica 1000 años.
En una suerte de unión energética que complementa el ciclo biológico-mineral, un sistema de riego activa y conecta a cada escultura, dejando caer gotas de agua desde la parte superior y hasta unas bases de cerámica al pie de éstas. La relación con la formación de las estalagmitas no es casual, el título refiere al tiempo que tardan estas estructuras minerales únicas en crecer 10 cm. El ciclo de fabricación artificial se complementa con la vaporización de esencias de cuatro árboles: capulín, ahuehuete, tepozán y sauce blanco. La metamorfosis de la galería se afina con la pieza Usando este cuerpo, una disposición antropomorfa que contiende la posición del ser humano como parte de un sistema prócer de materia y energía.

La maqueta, un modelo meta-artificial y de abstracción del espacio, expone la construcción de sistemas que acreditan lo natural de lo sintético. En este contexto, la arquitectura se inscribe como un teatro en el que se llevan a cabo rituales de preservación y sobrevivencia. Paisaje plantea la construcción de una maqueta de cerámica de la galería como una realidad parcial en la que la cueva subterránea se adueña completamente del espacio y en la que se complementa el ambiente cara a cara con la construcción antropocéntrica.

En un lenguaje simbólico, la formación de estos seres híbridos remonta a los intervalos de la psique. En el texto “Poderes del Horror”, Julia Kristeva define al abyecto como un estado en el que se perturba todo aquello que engloba la identidad y el orden sistémico. Un “orden primordial” que explora lo transgresivo y amenaza nuestra definición y sentido de propiedad e higiene. Si bien la abyección se genera en la percepción de fluidos humanos, esta también conlleva el uso de materiales afines como el agua (como activador biótico) o de objetos que provocan una reacción física y mental de horror y deseo conjunto. Strap On y Camino con varas de huizache se tornan en objetos abyectos que reflejan la vulnerabilidad del ser humano ante el dolor y el placer, los límites entre lo animal y lo cognitivo. En estos, Díaz Cedeño continua con líneas de trabajo previas en las que se analiza el fetichismo de los objetos de uso diario y se propone la deconstrucción y neutralización de éstos por medio de su transformación simbólica y material.

Finalmente, se propone al textil como una extensión del cuerpo en la misma medida que el paisaje y la arquitectura generan nuevas dinámicas con otros elementos de su entorno. Petate I-IV es un conjunto de piezas hechas de aluminio reciclado que presenta el acto de coser en el trazo de las fibras de palma propias del textil. El petate y otros textiles utilitarios tradicionales tienen una relación estrecha con la identidad de sus comunidades no solo por su uso tradicional pero también por el origen del material con el que se fabrican. La palma, el yute, el henequén y otras fibras naturales están ligados tanto a un paisaje específico como a una industria que permite o permitió su explotación. Es en estas industrias en las que se inscribe una dinámica con los cuerpos supeditados a través de su trabajo, adquiriendo un contexto político y económico específico.

La atmósfera de Díaz Cedeño se construye entre la realidad y la ciencia ficción, en un espacio atemporal en el que los referentes científicos se entrelazan con aquellos propios de sistemas de creencias alternativos. Sin embargo, la formación de estos objetos se basa en rituales más cercanos, reales y esenciales para la comprensión de la relación entre el ser humano y su entorno.