Técnicas de humo y tecnologías de ascenso

Magdalena Petroni, Argentina.

Fundación El Mirador, Buenos Aires, Argentina – 2019.
Curaduría: Alfredo Aracil
Fotos cortesía de la artista


En las salas de Fundación El Mirador la artista presenta como parte de sus ensayos sobre la velocidad, una investigación en torno a “el sentimiento primitivo del hombre de querer regresar a las cavernas”. A través de elementos simbólicos tribales, luces led, dibujos, espejos y esculturas, nos enfrenta ante el choque del precario presente con las políticas capitalistas.

“(…) Practicamos en bucle nuevos rituales con desconocidos, sabemos que dios ha muerto y que el superhombre no existe, está mutilado, incompleto y humillado, y solamente nos puede salvar la conexión con el otro, el placer contingente de los cuerpos desconocidos desesperados por ascender en espiral. Esos primitivos rituales que se celebraban en las cavernas antes de la existencia de la palabra oral solo se podrán comprender cuando nuestra mente pueda ser liberada de las aspiraciones mediocres del capitalismo.” Magdalena Petroni



Texto de Alfredo Aracil:

La Logia Simbiótico-Rotativa te obliga a girar hasta perder el control, como una trompo cibernético, de adentro hacia afuera. ¿Bending machine o narcotráfico global? No danzas, no bailas. Fluyes en éxtasis, pilotando por un circuito de ensoñaciones y accidentes. Sin necesidad de espejos, las tienditas de Tepito, multiplan sus perspectivas en una catarata de contenedores y frascos de golosinas repletos de sustancias de color amarillo, rosa y blanco. Cierran una hora al día, entre las 07 y las 08 horas, durante la que se forma una indisimulada cola en la vereda. Clonazepam a 20$, ácidos a 30$, cápsulas de metaacelerante a 50$ y varios tipos de cocaína, de calidades y precios distintos. La moneda se hace más y más abstracta. No guardan relación con la sensación que produce ni con la molécula que libera. Se hace evanescente, hasta independizarse por completo de la lógica del intercambio. Libre por fin para soñar con un nuevo e improductivo gasto, con la maldición de un desperdicio que ninguna axiomática es capaz de reglar.

Un neon animado, a la puerta de un club, señala la X. La percepción muta, sumando una cuarta dimensión alucinada. La Cuarta Estación Experimental. Da vueltas sobre ti mismo, como tus imágenes y tus emociones. Ahora mineral, ahora vegetal, ahora químico. Pero siempre plasma. Bebida energética YAGGA. El gusto por la psicomotricidad aumentada y la vaporización. La superficie se organiza como una autopista helicoidal, en un plano de choque concebido para el choque. Das saltos eufóricos viendo cómo se aproxima la catástrofe. A veces te sienta bien el sol y lo esperas ansioso, en la mañana, rodeado de gente que no conoces. Mientras otras veces no puedes más que gozar triste y repetitivamente. Mal-vivir en la noche acelerada y coloreada de las sombras. El lila sería tu punto medio, tu próxima paz espiritual: compuesto fonoglutamato rítmico que respiras asmáticamente. Ajusta los controles una vez más. Prueba el nuevo setting que has descargado. Aspira y expira por tu hipotálamo-traqueal. El humo sube. El homo piensa con tu estómago y flashea al contacto con tu tercer ojo. Ahora haz tu transición.