Sweet Castrator

Wynnie Mynerva, Perú.

LatchKey Gallery, Nueva York, Estados Unidos – 2021
Fotos: cortesía de LatchKey Gallery

La artista peruana Wynnie Mynerva presenta su primera exposición en LatchKey Gallery. De naturaleza autobiográfica, los temas brutales que se encuentran en las pinturas de la artista son expresiones de una catarsis airada.

Sweet Castrator revela narrativas personales envueltas en mundos alternativos que trastocan traumas pasados. Las representaciones catárticas de empoderamiento, agresión y liberación sexual dan como resultado descripciones lascivas del depredador como presa. En A Matter of Luck, un tenso juego de ruleta es mostrado por un cuchillo que atormenta a una mano surrealista —los dedos están formados por penes— cuya suerte se ha agotado.

Empapada de sangre, la violenta metáfora se yuxtapone a una paleta suave y alegre. El trauma sexual que experimentó Mynerva formó su identidad personal; reconocer inevitablemente el yo a través de los ojos del otro. El dolor y el odio que viven chocan con el deseo de liberarse de estas ataduras. A través de gestos expansivos y expresivos que unen la figuración con la abstracción, se liberan hermosos espectáculos de formas crudas e intransigentes dentro de un prisma de pigmentos que recuperan el poder y el control del artista.

Esta nueva libertad de autodefinición corre paralela a la rebelión del artista contra la autoridad masculina. La formación clásica de Mynerva en la prestigiosa Universidad de San Marcos y Bellas Artes en Lima, Perú dejó una huella imborrable. Maniobrando y manipulando sus estilos a través de los Viejos Maestros occidentales, centrados en el hombre, Mynerva usa una energía erótica y vivaz para rebelarse contra la tradición del alto arte del desnudo al subvertir los binarios de género tradicionales de hombre y mujer.

En el centro de la exposición, Mynerva recuerda el cuadro Judith decapitando a Holofernes de Artemisia Gentileschi. Imitando la exuberancia emocional del tema con la velocidad cruda de los gestos, Story of Revenge obliga a les espectadores a rendirse al poder visceral y la escala abarcadora de la pintura.

A lo largo de la exposición, la audiencia se enfrenta a imágenes de dualidad: dolor, poder, dureza y suavidad, disgusto y humor. El lenguaje pictórico Mynerva revela lentamente la verdad autobiográfica del dolor generacional que la violencia masculina ha infligido a través de su dominación del mundo.