Pinturas táctiles – Sistema complejo 1

Vesna Pabla Cotoras Viedma, Chile.

 

“En el afán por comprender el funcionamiento de mis propias conexiones mentales al trabajar en el taller, me di cuenta que después de haber intentado representar, a partir de mi imaginario, los ‘recorridos del pensamiento’ -por medio de diversas técnicas como pintura, grabado y dibujo como costura, finalmente era más efectivo descubrir como pensaba a través de la experiencia, entendiéndola a partir de lo que planteaba el filósofo norteamericano John Dewey, para quien la mente conoce a través del cuerpo. Por lo tanto, entiendo mi obra como una base articuladora que me permite indagar en la propia mente, empleando los materiales como un laboratorio de experimentación y dando valor, tanto a los procedimientos llevados a cabo -con mis manos como herramienta-, como al azar, a la incertidumbre y al tiempo del proceso. En otras palabras, mis conexiones mentales toman ‘cuerpo’ y se revelan por medio de los métodos utilizados para trasformar el material. Según el tratamiento que le doy al mismo y a los hallazgos, repito algunas acciones para asentar y analizar de alguna manera mis descubrimientos y así dar paso a otros, combinándolos o complejizándolos.

 

La obra: “Pinturas táctiles: una experiencia reticulada” consiste en una serie de formas compuestas de tela crea teñida con pigmentos naturales intervenida con cera de vela, hilos y alfileres, que no tienen un modelo, ambiguas (a veces pétreas, botánicas, corporales, etc.) e inclasificables que implican un desafío a nivel mental para el espectador, quien tratará de asociarlas a alguna cosa. Para organizar estas formas, construí una retícula (de hilo) en el muro con el fin de ficcionalmente dar una racionalidad y orden a la heterogeneidad de objetos. Igualmente, integré y relacioné esta retícula con los hilos que también conformaban a las estructuras, para metafóricamente, referirme a la unión de lo experiencial con lo cognitivo. En síntesis, se trataba de un sistema de relaciones ocultas entre los objetos que se iban revelando durante el recorrido. Es relevante agregar que existen criterios y normas a la hora de disponer los mismos, pero en ocasiones se rompían y permitían otras lecturas que se acercaban a dimensiones más oscuras o a las ‘sombras’ que esconde nuestra mente.
A partir del montaje de este trabajo, comencé a indagar en la idea de sistema y decidí estudiar sobre la ‘Teoría General de Sistemas’ (TGS) postulada por el biólogo Ludwig von Bertalanffy (1901-1972) para nutrirme de algunos conceptos y diseñar desde el Arte mis propios sistemas. Para ello, realicé diversas investigaciones en donde analicé los ‘comportamientos’ de los elementos como un todo más que sus partes.
Si bien esta teoría es un instrumento básico de la ciencia, en la que una de sus funciones es hacer posible una predicción de la conducta de los ‘miembros’, hay un aspecto clave que me interesó estudiar y que apela justamente a lo contrario. Me refiero a lo que ocurre ante una varianza o modificación en un sistema, donde la predicción empieza a tambalear y entra en juego el comprobar si existe una flexibilidad en ese proceso/flujo que permita recomponer el estado anterior de equilibrio y coordinación.
El hecho de diseñar un sistema que contenga a otro y luego este último ampare a otro y así sucesivamente hasta algo desconocido que inicialmente no se podría predecir -por las circunstancias del proceso- da origen a un método. El que puedo traducir como un análisis incansable, donde se trabaja a partir de una cosmogonía o constelación propia, por así decir, que surge durante el hacer. No hay bocetos previos, la obra es en sí misma el nacimiento del boceto. Es estimulante no saber si el sistema acabará cohesionado, nivelado o enmarañado y pensar la obra como una evidencia de la necesidad -insistente- de ordenar el caos durante el proceso.
En ‘Sistema complejo N°1’ se utilizan materiales frágiles, puesto que la organización termina siendo momentánea. Por ejemplo, si se ejerce presión al objeto, los alambres se doblan y se destensan los hilos. Lo cual lleva a pensar que cualquier acción altera un ‘algo’ y ello influye a lo más próximo, produciéndose una cadena de efectos/sucesos en el sistema como consecuencia. Metafóricamente podría asociar mis construcciones o estructuras -a partir de las relaciones entre los elementos- a sistemas existentes en la realidad, estos pueden ser: orgánicos (por ejemplo: naturaleza y hombre (cuerpo, mente)), sociales, económicos, etc. que funcionan de manera similar en algunos aspectos.”