O mundo real não alça voo

Rodrigo Hernández , México.

 

Pivô, São Paulo, Brasil – 2018.
Fotos cortesía del artista.

 

“El mundo real no alza vuelo” es el desdoblamiento final de una residencia de dos meses del artista en Pivô, en que desarrolló esculturas en papel y trabajos directamente en el espacio expositivo.

 

El título es una traducción libre del primer verso del poema “The real world” de Wislawa Szymborska, poeta polaco ganador del Premio Nobel de literatura en 1996, cuyos principales temas son lo cotidiano, la historia y la naturaleza tratados con una dicción coloquial y despojada de fuerte efecto poético. Hernández parte de la relación entre sueño y lo real, sugerida en el poema, y ​​de la idea de “metamorfosis” para crear un ambiente inmersivo en el que los patrones geométricos pintados en las paredes y columnas del Pivô se relacionan con los volúmenes de las esculturas, en una correspondencia entre las formas pintadas y los relieves tridimensionales.

 

El artista parte de la singularidad arquitectónica del espacio expositivo para crear una pintura de pared de gran escala basada en patrones geométricos usados ​​en la moda y en el pop art de los años 60-70, recobrando el espacio con gradientes de color que crean un ambiente atmosférico. Los objetos de cartón – entre pinturas volumétricas y esculturas de pared – se presentan en las áreas de transición de color, en un juego de formas geométricas y orgánicas que se superponen para crear un ambiente en que “figura” y “fondo” se confunden.

 

La producción de Rodrigo Hernández se divide entre el meticuloso trabajo de taller y proyectos site-specific orientados por largos procesos de investigación y por el contexto de cada exposición. El artista utiliza principalmente medios clásicos, como dibujo, escultura y pintura, para investigar el movimiento constitutivo del arte y de la construcción de la imagen, desde la iconografía mesoamericana hasta el arte contemporáneo. Hernández mezcla referencias culturales variadas – del grabado clásico japonés, a la moda, pasando por el modernismo europeo y el realismo fantástico – para constituir un vocabulario plástico inusitado; y por lo tanto singular.