Me hablan de oscuridad pero yo estoy encandilado

Gabriel Chaile, Argentina.

Heni Artists Agency, Londres, Reino Unido – 2021
Fotos: cortesía de Heni Artists Agency.

Gabriel Chaile ha emergido recientemente como uno de los artistas más importantes de su generación, desarrollando un lenguaje escultórico relacionando las formas antiguas y modernas, con artesanía indígena y de índole social.

Las cuatro esculturas que se presentan tejen la fisiología animal y humana en tótems espirituales representados en arcilla ocre que recuerda el terreno de la tierra natal de Chaile en el norte de Argentina.
Gabriel Chaile explora sus raíces indígenas a través de una “genealogía de la forma” teorizada, asumiendo el papel de un antropólogo visual para revivir identidades olvidadas y desenterrar historias olvidadas, dando visibilidad y voz a comunidades e individuxs que han sido eclipsadxs ​​por estructuras de poder insidiosas y malignas. .

Las cuatro esculturas que se presentan aquí se produjeron en Lisboa durante el verano y el otoño de 2020, mientras el mundo atravesaba una época de incertidumbre y oscuridad sin precedentes. Inhalando luz en forma de polvo de pigmento amarillo a través de tubos de latón como si participaran en rituales chamánicos, cada escultura sostiene carbón en sus cabezas de incensario.
Las esculturas prometeicas de Chaile llevan consigo el potencial de fuego vivificante, iluminando la oscuridad y expandiendo la conciencia.

La creencia de Chaile de que el poder se define por formas, se ejemplifica en sus grandes hornos escultóricos de arcilla que fusionan las formas anatómicas de humanos y animales con la ingeniería de un horno primitivo para crear obras que inspiran una multiplicidad de lecturas. Como chimeneas tanto funcionales como metafóricas, Chaile activa estas esculturas para hornear empanadas y pan que se distribuyen a los visitantes en un ritual vivo de comunidad y experiencia colectiva.

A través de su práctica, Gabriel Chaile recupera el orgullo de su herencia indígena que ha sido socavada sistemáticamente por los gobiernos poscoloniales y sus intentos de blanquear deliberadamente la sociedad argentina. Espera reforumlar una identidad cultural que ha sido desfigurada por siglos de dominación reinvirtiendo los símbolos olvidados de las culturas antiguas con un nuevo significado.