Busca, vísteme, ¡Mala combinación!

Nicole Chaput e Israel Urmeer, México.

Fuego, Ciudad de México, México – 2020
Fotos: Renata Cruz Lara, cortesía de lxs artistas.

Fuego es un espacio independiente en Ciudad de México, concebido para la creación y promoción de la pintura contemporánea. 
A través de pinturas, objetos e instalaciones con diversos materiales y texturas que hacen referencia a la cultura pop, los trabajos de Nicole Chaput e Israel Urmeer dialogan en torno a las construcciones de género e indentidad y las auto-exploraciones lúdicas que se desarrollan en los juegos de la infancia.

Texto por Nicole Chaput, Israel Urmeer y Neil Mauricio:

Busca

Este no es un comercial anti-acné, tampoco uno de millonarios justicieros ni de estrellas pop en plena decadencia dosmilera. Este es el caso de una pintura, un entrecruzamiento de dos búsquedas que coinciden en una figuración flexible y brillante para acceder al objeto pictórico. A partir de muñecas, recuerdos y aspiraciones de moda y cultura pop, Chaput se adhiere al cuerpo, y en el cuerpo mismo espejea nuestro deseo y en lo que nos convertimos al consumir. Sus personajes hablan de eventos personales identificables como síntomas de lo social, expectativas que lo social proyecta y carga sobre sí. Mientras que los intereses de Urmeer se aglutinan en la figura específica de Batman entendida como sombra, pretexto, trauma, y finalmente, cuerpo atravesado por un orden económico hostil, un mandato de goce imparable mediante marcas. El resultado: un murciélago bien empaquetado y etiquetado, listo para el congelador. 


Vísteme

Estas pinturas se confeccionan como una acumulación de memorias y anhelos, una revisión de articulaciones del cuerpo, prótesis u órganos descubiertos y disciplinados desde muy temprana edad. El maquillaje y el disfraz dan pie al juego: ¿qué se muestra y qué se oculta? La manera en que las ropas se deslizan por el soporte y empolvan las miradas de los retratos detonan una suerte de memoria muscular en la que el ojo se ve implicado con las acciones vinculadas en los trazos. Tanto en la obra de Nicole como la de Israel existen duelos entre superficie y estructura que mantienen e interrumpen, al mismo tiempo, la forma del traje y el traje en sí mismo. Un borramiento de los límites entre esqueleto y piel, bastidor y color. En las pinturas de Israel, por su parte, la materia da vida y excede a sus personajes, como si el cuerpo expulsara las osamentas y los músculos por voluntad propia. En el caso de Nicole, estas divisiones persisten –piel, maquillaje, esqueleto– aunque retorcidas, batiéndose unas contra otras por un sitio en la superficie. 

Queremos convertirnos en muñecxs de verdad. Alimentamos diariamente estas figuras con cada producto, conversación y vestuario culposa o cínicamente degustado. Este traje no me queda, y a ti tampoco. ¿Qué secretos detrás del guardarropa, de nuestras máscaras, de nuestras pieles se encierran? Este dúo exhibe obras que se extienden en el campo pictórico de manera conflictiva: piel, látex, rimel, capas de tela y de color, negro, rosa pastel, pasteles, y otras inconsistencias, para sugerir una mitología improvisada de criaturas travestidas. Esta carne me queda apretada. Este traje te queda demasiado flojo. ¿Por qué? 


¡MALA COMBINACIÓN!