entre.vista ~Alejandra Mizrahi

La artista y curadora Alejandra Mizrahi ha presentado en este último tiempo proyectos artísticos, curatoriales y comunitarios en torno al tejido y lo textil.
Estas iniciativas y exposiciones, le han permitido habilitar un entramado procesual en donde se entrecruzan sus inquietudes como artista, investigaciones y reflexiones desde la curaduría, y un interés sostenido por compartir y aprender desde la interdisciplina en comunidades y movimientos colectivos de diferentes territorios.

En 2021 presentó “Gimnasio blando” en Munar, una instalación de dispositivos en los que se ejercita a partir de distintas técnicas textiles. La propuesta proponía activar el trabajo de lo minúsculo a través de diferentes tipos de bordados y construcciones de tejidos, creando piezas de diferentes escalas en un lenguaje contemporáneo.
Recientemente estuvo como curadora en el MUNTREF (Buenos Aires) de la exposición itinerante sobre MUMORA, Museo móvil de la Randa nacido en El Cercado. Este proyecto surge a partir de la intención de acercar el trabajo de las Randeras llevando su patrimonio cultural a distintos lugares. Es una iniciativa colectiva de la comunidad de Randeras de El Cercado, el Gabinete de Diseño de Indumentaria y Textil de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán y la Dirección de Acción Cultural del Ente Cultural de Tucumán.
Durante este 2022 se presentó en Tucumán la exposición “Randa testigo”, articulada también desde MUMORA, tomando tres salas de la Casa Histórica – Museo Nacional de la Independencia. Aqui se pudo ver el trabajo colectivo de las maestras artesanas Randeras de El Cercado junto a material audiovisual confeccionado por la realizadora Alina Bardavid y la obra de la artista visual Carlota Beltrame, en diálogo con las piezas del patrimonio del museo. Esta exposición generó cierta polémica, puntualmente con el trabajo de Carlota Beltrame, quien buscando abrir nuevos interrogantes y reflexiones desde su trabajo, dio lugar a malas interpretaciones resultando en ofensas en ciertos sectores de la sociedad.

En ambas propuestas se pone en relieve el legado de la Randa, práctica que se transmite de generación en generación. Las randas se colocan como contenedores de textos-textiles, que dan cuenta de una manera de vivir en comunidad y de cómo ésta se sostiene gracias a un legado transmitido a lo largo del tiempo. Sobre esto en puntual Alejandra señala “El Museo Móvil de la Randa inicia como respuesta a un sueño que tienen las Randeras que es tener un museo situado. Cómo eso es algo que va a llevar su tiempo, pensamos en hacer algo posible que resultó ser este Museo Móvil. Una estructura móvil capaz de llevar las producciones a diversos territorios y hacer accesible la Randa a un público más amplio.”

En esta entre.vista, profundizamos un poco más sobre algunas experiencias y reflexiones acerca de sus últimos proyectos.


M.L.M:. Desde tu perspectiva como curadora en diferentes iniciativas del proyecto MUMORA ¿Qué experiencias o reflexiones podés compartir sobre la articulación de esta práctica artesanal y tradicional con dispositivos de arte contemporáneo? ¿Cómo se integra este universo al contexto y escena de arte contemporáneo?

A.M:. Las prácticas artísticas en territorio americano tienen una historia diferente a la narrada por la historiografía del arte occidental. Las prácticas que denominamos artesanales tradicionales se siguen haciendo muy vívidamente en nuestro territorio, pero a diferencia de otros lugares, como determinados lugares de oriente, solemos desestimar del terreno del arte a las técnicas asociadas a estos saberes artesanales ancestrales. Hoy eso está cambiando poco a poco, más que una inclusión de estas técnicas en la esfera del arte, considero que las fronteras se van haciendo más difusas, por otra parte el arte necesita y está mirando y echando mano, en algunos casos acertadamente y en otros de forma polémica a los saberes artesanales. Es parte de una reparación histórica que tenemos que hacer con las comunidades artesanales y con la valoración de estos saberes. Este tipo de articulación plantea muchos desafíos, deshabitúa aquellos lugares anquilosados de los sistemas de producción, distribución y consumo naturalizados en cada sistema, sea el del arte o la artesanía, desestabiliza supuestos y abre preguntas sobre el valor, sobre quien lo pone, dónde, etc.

M.L.M:. Actualmente vemos con mayor frecuencia los cruces interdisciplinarios en el arte, ya sea para generar otros aportes materiales o conceptuales a las prácticas o como medio para hacer proyectos más sostenibles. ¿Cuáles son los límites o contrastes que detectas entre arte y artesanía y/o cuáles crees que se están borrando? ¿Cómo resultó esta última experiencia en MUNTREF?

A.M:. En esta muestra de Muntref y en todos los Mumoras que venimos haciendo hay una interesante reflexión sobre la autoría colectiva, colectiva pero también reponiendo los nombres de cada Randera, que generalmente convida su obra anónimamente, evidencia de esto está en los acervos anónimos de los museos que conservan piezas artesanales. Una comunidad que produce y a su vez personas que hacen posible esa práctica.

Por otra parte algo que merece ser destacado, es que las temáticas que elegimos para trabajar, se eligen de manera colectiva, pero no solo eso, sino que vienen a retomar cuestiones que se relacionan con contar su historia a través del tejido, y mostrar sus modos y sus gustos a través de lo que hacen. Hay una reivindicación del placer, del juego, del lugar desde el cual decir, que muchas veces las mismas Randeras olvidan en su recorrido. Por eso Nuestro jardín de Randas retoma motivos florales que eran muy populares en las Randas realizadas en una época y que ahora no se hacen tanto, junto con las flores que las Randeras cuidan en sus propios jardines en El Cercado.

M.L.M:. MUMORA, además de haber estado recientemente en el MUNTREF, ha recorrido diferentes instituciones entre ellas el Museo de la Independencia en Tucumán donde se presentó la exhibición “Randa Testigo”. Aquí se generó una polémica en la ciudad a partir de la obra de Carlota Beltrame que ponía en tensión la historia argentina y la randa como dispositivo desestabilizador para señalar otros enfoques. Desde tu mirada, ¿qué conclusiones o análisis sacas de esta experiencia?

A.M:. “Revés de la trama”, es la obra de Carlota Beltrame realizada específicamente en el contexto de esta muestra en el Museo Nacional de la Casa Histórica de Tucumán. Sobre la polémica hay muchos factores externos que incidieron en que esto suceda, entre ellos la muestra situada en este museo histórico en el que no se habían hecho muestras de artes, lo cual llevó a una franja de la sociedad, reaccionaria por supuesto, a pensar en que se estaba haciendo un homenaje a montoneros. Por otra parte, el convulsionado contexto político de las Paso no colaboró, ya que se usó esta muestra políticamente para deslegitimar y tensionar el momento político. Fue una situación muy difícil y complicada en la que se terminó cediendo con el cierre de la muestra, ante la violencia inusitada de las personas que lo buscaron fervientemente, con manifestaciones en la puerta de la casa histórica, amenazas a la directora del museo, insultos por las redes sociales a la autora, directora y a mi…

M.L.M:. Sabiendo que también tenes una práctica como artista en la que se comparten ciertos intereses y búsquedas desde lo textil ¿Cómo intercede esta práctica colonial y artesanal en tu práctica personal? ¿Qué elementos de esta tradición te interpelan para pensar tu obra?

A.M:. Mi proceso de trabajo está atravesado por lo que puedo hacer junto al textil. Lo que las lógicas de construcción de los textiles, desde encajes, punto, fieltros y bordados, me dejan hacer a mi modo. Es como conocer una lengua y hablarla a tu manera, no con el objetivo de comunicarte con un otrx sino con la finalidad de dialogar con la lengua misma. Cada técnica textil que utilizó posee una gramática específica, busco hablar esas lenguas a mi manera. Converso con sus formas tradicionales, con otras personas que también las hablan, con piezas que están en museos, con personas que las hablaban en otras épocas.