Dos instalaciones

Alia Farid, Puerto Rico & Marlon de Azambuja, Brasil.

Espacio Temporal, Paris, Francia – 2021
Fotos: cortesía de Espacio Temporal

El proyecto independiente Espacio Temporal, con su intención de crear diálogos entre las prácticas artísticas contemporáneas de América Latina y la región del Caribe en el contexto europeo presenta su cuarta exposición con dos grandes instalaciones; In Lieu of What Was (2019) de Alia Farid (Puerto Rico/Kuwait) y Mar de Estabilidad II (2021) de Marlon de Azambuja (Brasil/España).

Aunque proceden de contextos geográficos y políticos diferentes, ambas obras utilizan elementos urbanos existentes de una manera que renueva la comprensión de sus formas.El proyecto en curso de Farid, In Lieu of What Was (2019), se compone de cinco esculturas de fuentes de agua de fibra de vidrio y resina presentadas en una fila. La composición es una alusión al arte sumerio que recuerda la impresión que deja un sello cilíndrico cuando se mira de lado. Las esculturas, de aspecto petrificado y frágil, son réplicas a escala 1:1 de fuentes de agua potable que pueden verse en el Golfo Pérsico, donde Farid lleva desarrollando desde 2014 su trabajo, que examina la historia del agua en la región -su escasez y abundancia-, así como su papel en el desarrollo económico y la destrucción de comunidades y ecosistemas.

Mar de estabilidad II (2021) de Azambuja consiste en una instalación de piso de adoquines triangulares y formas abstractas pintadas sobre vidrio que se ciernen sobre los bloques en una especie de espejismo. Las formas pintadas toman sus siluetas de objetos cotidianos y están pintadas a mano alzada en finas láminas de vidrio que solo se hacen evidentes al acercarse a la instalación. La experiencia de caminar sobre la obra es a la vez urbana y de otro mundo. Cada paso chirriante sobre el “suelo pavimentado” nos recuerda la precariedad del mundo construido, y genera una sensación de autoconciencia al caminar con incertidumbre en medio de estas geometrías perfectamente imperfectas, grises y negras.

Ambas instalaciones apelan a la crisis, cada una a su manera, de una idea fallida del progreso y modernismo, y a las consecuencias que tenemos que afrontar hoy en día. Dialogan, desde su propio estoicismo, con una arqueología de nuestro insostenible presente y futuro.