Toraco-Lumbo [SKOLIÓPHYSIS]


Berenice Olmedo, México.

Lodos, Ciudad de México, México – 2020
Fotos: Ramiro Chaves, cortesía de Lodos.

La artista mexicana Berenice Olmedo exhibe sus piezas e instalaciones en la galería Lodos. Olmedo visualiza los parámetros que existen en cuanto a la constitución física del cuerpo humano,  cuestionando suposiciones, métodos de corrección y modelos que giran en torno al mismo.

Texto por Anna Goetz:

Cinco ready-mades de moldes de torso se mantienen en posición y se fijan a la pared como bustos sin cabeza. Los moldes de poliuretano exhibidos se produjeron originalmente como positivos para corsés médicos fabricados a medida utilizados para corregir la curva lateral de la columna vertebral en la escoliosis. Los moldes se mantienen en posición mediante reproducciones de metal fundido de calibradores antropométricos que se utilizan para procedimientos ortopédicos para medir el grado de aberración física de lo que se considera la norma. Las formas de los moldes del torso no son representaciones de los cuerpos “deformados” ni de los cuerpos “ideales”. De hecho, encarnan la forma del torso en su estado intermedio de ser esculpido — la postura que hará que el cuerpo se transforme.

Los moldes de torso (héxis, 2019) se presentan en compañía de tres esculturas (áskesis, 2019) hechas de colchones de presión alterna, en su centro respectivamente atadas con férulas lumbares. Al igual que los moldes del torso, los colchones son dispositivos ortopédicos descontextualizados: originalmente sirven para la terapia de presión alterna para estimular el flujo sanguíneo de las personas encamadas para prevenir úlceras de presión, llagas u otras heridas — para mantener intacto el caparazón corporal. Los sistemas de bomba eléctrica de los colchones producen un flujo de aire constante en las almohadillas sujetadas: cuando se llenan de aire, se erigen, como si aspiraran a la verticalidad, al desinflarse se desploman y pierden su postura.

Esta verticalidad aspirada es un motivo recurrente en la exposición. Los colchones sujetados no solo buscan una postura equilibrada y erguida. Además, los ready-mades de moldes de torso tenían la intención de esculpir la postura humana de la misma manera para lograr la verticalidad “ideal”.

En ambos cuerpos de obras, Olmedo pone en el centro de atención los dispositivos ortopédicos cuyo propósito intrínseco es el apoyo del cuerpo humano para modificarse a sí mismo: mantener una posición para corregir una deformación diagnosticada o para mantener las propias funciones biológicas del cuerpo. Por lo tanto, estos procedimientos ortopédicos indican que algo necesita ser transformado. Esto, a su vez, implica una presunta norma o estándar que se pretende alcanzar. ¿Pero cuál es esa norma? ¿Y cómo se construye?

El trabajo de Berenice Olmedo se basa en el pensamiento filosófico de que no existe una constitución física (humana) natural; por el contrario, es esencialmente diversa. El trabajo plantea preguntas sobre la construcción social y la autoridad represiva de tales estructuras normativas que sirven como referencias universales para el entendimiento. Por lo tanto, no solo los cuerpos, sino también las formas de pensar y categorizar están moldeados por la imposición de categorías culturalmente evolucionadas que, en consecuencia, dan lugar a jerarquías en las sociedades.