álbum de confinamiento II

La segunda entrega de “álbum confinamiento“, publicada a ocho meses del inicio de la pandemia, refleja desde sus selecciones las lecturas que emergen en un contexto que comienza a naturalizar y convivir con protocolos sanitarios, distanciamiento, control social y la creciente tendencia a virtualizarlo todo.

El gesto de invitar a invitar, se puede tomar como un proceso para empezar a pensar en red, generando un habito y un sistema de “reparación” de la circunstancia, en este caso visibilizando ideas y dibujos que acontecen en tiempos convulsos.

Inmersos entre la bruma de lo cotidiano y la proximidad de lo incierto, los dibujos y los conceptos persisten y se reproducen desde perspectivas intermitentes que mezclan rutina y monotonía con eventos disruptivos de impacto global.
“Invitadxs a invitar” estas son las selecciones y pensamientos que nos comparten artistas, curadorxs, gestorxs, editorxs y amigxs, que buscan desde la perseverancia reflectar la esencia que florece en el caos.


Luis Juárez, editor y gestor cultural, Argentina.

levantarme. jugo de naranja. vitamina c. zinc. aceite de pescado. chía. mensajes de whatsapp. videollamada sobrino. leon. llorar. mensajes de whatsapp. ducha. encender la compu. lanzar convocatoria. cerrar. almorzar. la imprenta. puesta en máquina. imprimir la revista. tomar un uber. alcohol en gel. trabajar. seguir trabajando. escuchar la radio. pasar música en una radio. todos los lunes. dejar de pasar música. trabajar. tomar agua con soda. pensar que cenar. verduleria. papas a la huancaina. esperando el verano. cocinar. comer. tomar vino. emborracharme. escuchar música. lavarme los dientes. dormir.

levantarme con fiebre. tengo fiebre. me siento mal. el jefe de ari tiene covid. seguro tengo covid. me hago un hisopado. negativo. me entero que soy intolerante al trigo.

levantarme. subir la cortina. abrir las ventanas. hacer la cama. desayunar. vitamina c con zinc. aceite de pescado. lubricante líquido. trabajar. whatsapp. instagram. pedir libros. pensar que libros puedo hacer. anotar. pegar calendario a la pared. anotar. pensar. viajar mientras pienso. sigo. me ducho. sigo pensando. almuerzo. escuchar los prisioneros. leer bajo el sol. llorar. sigo. voy a la imprenta. se terminó de imprimir la revista. lloro. pienso en mi padre. llego a casa. me lavó las manos. sigo trabajando. esperando abrir la botella de vino. me emborracho. bailo. ceno.

Hoy no quiero charlar más de la pandemia. No quiero saber cómo será el después, ya me lo dijeron por todos lados. Hoy quiero sentir más mis emociones, me las permito todo el tiempo. Hoy quiero ir a bailar, estar sentado en una vereda con mis amigxs comiendonos el mundo borrachxs y drogadxs. La noche de Buenos Aires me dio mi familia. Extraño la noche.
Hoy me enteré que Betti Pavetti, la que hizo el dibujo de los murciélagos, se rompió las dos muñecas andando en bici. Betty está bien por suerte, la extraño mucho. También me entero por instagram que Bart está haciendo una muestra con sus amigxs llamada “pintusas” creo que esta bien también. Mi amiga la chola (mauricio poblete) siempre está rekia, inspirando a muchas marronas hacer más regias. El arte de acá necesita más personas como la chola. Nico Seid hace mucho no me lo cruzo desde que cayó por sorpresa en la fiesta que hice en año nuevo en mi casa. Ese día Nico fue el último en irse esperando a su amiga que saliera del baño mientras se duchaba 1 hora con otra persona. Flore está super bien, alejada de la ciudad, en su huerta y dibujando. Los dibujos de Flore son un refugio. seguimos. todo sigue. en otro ritmo, en otra forma.

1 Bart Network, 2 Nicolas Said, 3 Bettina Pavetti, 4 Mauricio Poblete, 5 Flore.


Paulina Mellado, artista, Chile.

El tiempo se ha extendido y encogido como un gato líquido estirándose, acurrucándose, pasando a través de una rendija o ingeniándoselas para ocupar toda la cama. El presente se ha mantenido por mucho tiempo inmóvil, como una montaña allá lejos. El futuro, tan incierto, se ha esfumado como el agua del riego en verano: apenas alcanza a mojar.

Con su silenciosa presencia nuestros objetos cotidianos invocan un pasado esplendoroso: “te acuerdas de esa vez? te acuerdas de cómo llegué yo aquí?”. Pareciera que nos susurraran anécdotas pasadas, que con una voz suave nos mantuvieran tanto en una ligera ensoñación como con los pies en la tierra: la tierra esa que existe; el mundo ese de las cosas concretas, del tacto, las voces fuertes, el viento en la cara y el tiempo lineal; la tierra esa que aunque existe se siente tan lejana.

Nuestros únicos espectadores son esas cosas aparentemente inmóviles, que con paciencia y comprensión completan nuestros días e interpretan nuestras historias. Objetos medio líquidos que llenan todo el espacio, y a la vez no son suficientes. Muros inmóviles que nos contienen, como la cordillera allá lejos. Y cosas que se esfuman como las sombras que forman los rayos de sol al tocar mi cortina a una cierta hora de la mañana.


1 “Como fuego en el cielo” Renato Ordenes, 2 Antonio Castillo, 3 “Como cuidar una planta” Javiera Gomez , 4 Paulina Mellado



Jana Ugaz, artista y curadora, Perú.

De golpe y de pronto, nos vimos.

No nos quedó otra más que enfrentarnos en la soledad del aislamiento a nosotrxs mismxs, y esto puede haber sido necesario, tormentoso, terapéutico…o muchas otras cosas menos superficiales, pero sin duda fue revelador. Casi como uno de esos tests de personalidad de revista… Si vivieras una pandemia, ¿Qué tres objetos/personas/actividades llevarías contigo al estricto aislamiento? Si plantarse frente a la página en blanco en condiciones “normales” ya era un acto de desarme o desnudez… pensarlo ahora como acción productiva/recurso económico/único canal de expresión/libertad/espacio de juego / vínculo al pasado en medio de una pandemia, es -por lo menos- una montaña rusa de emociones.

Un ir y venir entre la hiperactividad y la parálisis. Y por lo mismo, es también un vaivén de oportunidades plásticas y contenidos honestos.

Porque ahora es innegable… ¿a quién le estamos hablando más que a nosotrxs mismxs? Para Maria Eugenia Moya, por ejemplo, significó literalmente mirarse el ombligo. Aceptar su panza, esa panza que por tanto tiempo le dijeron que tenía que meter. Ahora estaba ahí al aire, en pijama y chorreada en cuarentena. Que mejor momento para sentirse libre en la propia grasa y pellejo que cuando no nos dejan salir.

Maria Elena Papuico en cambio, empezó a preguntarse entre sus auto retratos de madrugada cuál sería el lugar de las pancartas, ahora que habitamos en la virtualidad. ¿Seguirán comunicando los pósters, los grafitis, los guiños en la calle, ahora que nadie los ve?

Y yo, me he permitido escribir este texto. En donde por primera vez me cuento como artista y selecciono dentro de mi propia producción de cuarentena, un par de piezas que curiosamente evocan a la aglomeración, al grupo, al todo y todxs pegaditos. Será que por fin me atrevo a decir; ¡Aquí estoy! ¡Así se ve lo que hago! ¡No vaya a ser que se acabe el mundoooo!


1 “Autorretrato en la habitación [siendo la secretaria del 20 20]” Maria Elena Papuico, 2 “Autorretrato 1 en clase [siendo la secretaria del 20 20]” Maria Elena Papuico, 3 y 4 Maria Elena Papuico, 5 Maria Eugenia Moya, 6 y 7 Jana Ugaz.



Click aquí para ver la primera edición de “álbum de confinamiento”.